Ayer sentí algo nuevo, al principio lo confundí con la pesadez, pesimismo y ganas de suicidarme que en ocasiones vienen a nublar mi mente. No era lo mismo, mis músculos estaban en tensión, no me sentía cansado. Sentía el impulso de lanzarme a matar, pero no estaba excitado, eso es lo desconcertante. Necesitaba despedazar unas pocas almas para aliviar la pesada carga al planeta. Acabar con vuestros caracteres débiles, estrujar vuestros pequeños cerebros. Me sentía tan frío...
Después tuve miedo de mi mismo. Suerte que no tenía a mano un arma.
Que te nuble la mente el suicidio, es normal, a todos nos ha pasado alguna vez, otra cosa es llevarlo a cabo, pero que tu ira la dirijas hacia los demás, ya no lo es tanto. Nadie tiene la culpa de lo que nos pasa, tan solo es una manera fácil de no sentirnos culpables nosotros mismos. Pero por si acaso, procuraré no estar cerca si te haces con una (arma)...jeje..¡un beso!
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