miércoles, 7 de enero de 2015

Tener principios
Y no poder encontrarlos
Temer a la indecisión
Al gris
Odiar escribir
Odiarlo tanto como me odio a mí mismo cuando escribo
Como odio al mundo cuando se ríe de mí
Y lo hace
¿Puedo perdonarlo por arrebatarme las ganas de ser?
¿Por desgarrarme el alma y convertirme en un intento de alguien cuando ya creía haberme encontrado?
No sé nada
Solo que no quiero estar aquí

Me contaron una vez una mentira
Decían que para escribir solo necesitabas sentarte a la mesa y crear
Pero crear no es una afición
Ni de lejos un placer
La creación es un oscuro juego de los dioses para reírse de nosotros
Se lleva con cada pieza parte de tu alma

Y nunca volverás a verla

La mañana que todo terminó me levante y no sentí nada
Y todavía me falta
Me falta la fuerza, el fuego
La llama


Estudiando la luz que cortan los árboles a ciertas horas
Mojando en té la galleta de la fortuna
Fumándonos las horas con aire desafiante y una confianza pasmosa
No hay mundo más bello que el que jamás ha existido
No hay luz más fuerte que la de la llama de una idea

No mayor ingratitud que la que nos arrastra desde que hay memoria