Estudiando la luz que cortan los árboles a ciertas
horas
Mojando en té la galleta de la fortuna
Fumándonos las horas con aire desafiante y una
confianza pasmosa
No hay mundo más bello que el que jamás ha existido
No hay luz más fuerte que la de la llama de una idea
No mayor ingratitud que la que nos arrastra desde que
hay memoria
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