sábado, 31 de marzo de 2012

Sobre la la aplicación de la razón

Vale, vale, vale, ya tocaba algo de parrafada para finalizar con este montón de poesía experimental del Averno.

He tenido tiempo de pensar últimamente.
He tenido tiempo de pensar demasiado, y tanto así, que se me ha quedado el cerebro como una pasa.
Es un tema complicado y no sabe uno como concretar, estoy harto de saltarme piezas fundamentales de este condenado rompecabezas o de no saber hacerme entender, pero allá va:

La mente siempre trata de abrirse paso entre prejuicios y otras malas "costumbres morales", la razón es una herramienta realmente útil y por Buda que la tengo en alta estima. Pero por lo general la cercamos con un millar de ideas alocadas, volviéndola inservible en su extremo más puro, para usarla cómodamente en los asuntos más triviales.
Creo que la razón destruye implícitamente la moralidad occidental, ya que esta no puede resistir el empuje de la lógica, lo que quiero decir es que no hay argumentos para convencernos de seguir nuestras propias costumbres, así que...

Uno NO debe aceptar, debe cuestionar.

Esto debería ser un objetivo primordial en la educación del individuo, no podemos permitirnos crear peleles descerebrados que apelen a las creencias que les han legado cada vez que un reto intelectual se les presente, hablo de los que niegan con la cabeza y hacen oídos sordos ante el interrogante de la existencia de Dios (¡hereje! dice su dedo acusador) y de los que tienen ampliamente delimitado el concepto del Bien y del Mal (ya sea según su petulante derechismo de "ser gay es malo" o su infantiloide conciencia flower-power de "¡viva el amor libre!").
En lo personal, admito que un buen insulto lanzado a la cara es de las conductas más reales que tenido el placer de oír (entiéndase "real" como algo entre "natural", "visceral" y "real") y eso, estando más allá de lo permitido por la moral, es libre (entiéndase "Libertad" como fin supremo). Y es que...

La razón pura nos hace marginales.
(Porque no nos aceptan)

Resulta de lo más desoladora la falta de amplitud de miras de alguna gente. Deseamos matar lo que no entendemos, solo por la sensación incómoda de que no es correcto. Nos imponemos tabúes que disfrutamos rompiendo, comemos sentados, nos levantamos puntuales, hacemos una carrera o comemos caviar... y nunca nos preguntamos por qué.
Es más que necesaria la separación de las creencias más arraigadas para quién ansíe la Libertad. Se debe ante todo tener la mente clara para ver la influencia que doblega nuestra alma pura, después, evita esa influencia, échala de tu vida para poder ser mil cosas sin barreras. Cuando no estés delimitado más que por ti mismo, valdrás.

Nunca bajar la guardia.

Tu propia conciencia va a engañarte, es indudable, pero también es necesario acabar con ello. Que no te preocupe, solo son los últimos espasmos de algo que se muere. Va a ser difícil, puede que te sientas solo al principio, pero no hay un premio mayor que ser querido por lo que realmente eres.
Un último aviso, si cuando empezaste a leer pensaste "ya soy como quiero, no necesito que me lo recuerden" sabes que no es verdad, y si no, te engañas y jamás cambiarás.
Creo que no va a entenderse una solo palabra.
¿Pero a quién le importa?

No hay comentarios:

Publicar un comentario